22/4/20

Poema de Walter Mondragón



CORONAVIDRIOS

Eran las tres y media de la noche
Justo la madrugada del día pico del Corona…
Cuando irrumpió su tos fortísima
                                       (estentórea)
Del otro lado de mi puerta
Desde la acera.
Debió ser el tipo alto, joven
Que anda día y noche midiendo calles,
Con un morral de viajero sucio y húmedo,
                                        (a las espaldas)
Que otra noche fatal se coronó el vidrio de la ventana;
Antes cuando aún estaba medio cuerdo,
Se detenía ante uno y esperaba el óbolo consabido,
Después ya no volvió a parar en su viaje.
Esa tos reventando el silencio de la cuarentena
Desgarrando el pecho del marginado que fuera
                               (de los muchos de afuera)
Relampagueó en mi cerebro.
¡Quién sabe si también tenía dolor de cabeza! 
La calle de esa hora fría, sola, lo vio irse y perderse
En la perspectiva del barrio, entre sordas luminarias,
Aunque como Melmoth, el errabundo,
Me siga taladrando la memoria.
                                                                                 
©  Walter Mondragón

Etiquetas:

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema para "coronar y taladrar", nuestra perpectiva de vida. Excelente Walter.
Saludos.
Anahí Duzevich Bezoz

25 de abril de 2020, 22:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Fuerte poema, látigo en la noche social que permite observar con ojos líricos, otros lados de la pandemia. Alfredo Lemon desde Córdoba

26 de abril de 2020, 9:37  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio