26/2/20

Poema de María Laura Coppié



Si a mediodía él dice que es de noche
usted le dirá “mira, las estrellas”.
Joanne Harris

Sigue cayendo esta lluvia radical
que parece una matraca.
Repiquetea contra el broderie de zinc,
sacude los postigos,
deja el aire en relieve
y nos mantiene prisioneros
de este ruido triste y repetitivo,
señales de un código olvidado.
El viento imprime su loco grafito
a lo largo de la cuadra.
Un plástico cubre mis libros:
es un párpado que guiña
sobre la tumba abierta,
toda la casa ondeando contra los fantasmas,
contra la corriente amarga
que huele a arrepentimiento y a incienso.
La casa inquieta se retuerce y agita,
el suelo cruje y ni el balde con lavanda y bicarbonato
ahuyenta las culpas que susurran
que ya es tarde y casi llega el invierno,
que sólo quedan las babas tejidas entre
las palabras y el silencio.
Todos necesitamos confiar en alguien,
en algo. Volcar las confesiones fuera de misa
pero, ¿a quién dirigirnos? ¿Quién hay ahí
que pueda escuchar?
Si sólo fuera mi casa una valija
podría permitirme la deriva,
marcar distancia,
una profunda y callada.
Quizás en el río
esté permitido no traer pasado,
abandonar en la orilla las respuestas.
No hay verdugos en la humedad:
sólo cazaríamos lo indispensable
sin que significara pecado ni desconsuelo.
El jardín, los camalotes rebeldes
y ninguna contundente condena.

Ensayé la huida hace un tiempo
pero siempre quedaban pedazos
de mí, como semillas
esperando la oportunidad de enraizar.

Sigue cayendo esta lluvia radical
que deja el aire en relieve
y nos mantiene prisioneros

de lo que nunca tendría que haber sido
otra cosa que un secreto.


© María Laura Coppié

3 comentarios:

Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Tremendo poema, Laura!!

Besosss

29 de febrero de 2020, 19:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"...como semillas esperando la oportunidad de enraizar
..."tan bello🌷
Flora levi

29 de febrero de 2020, 20:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello! Se puede seguir cantando "que llueva, que llueva..." si la lluvia despierta poemas así, que la nombren fuera de las palanganas del lugar común. Verónica M M Capellino

1 de marzo de 2020, 5:56  

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