22/11/19

Poema de Luciana Ravazzani





Él habrá pensado que esa delicadeza oriental
podía ser el encanto que me sostuviera.
Él se iba, pero yo podía leer el cuento de una avenida,
la tarde en que florecen todos los cerezos.
Soñé que lo encontraba en el baño de una casa desconocida
luciendo una remera con media bandera de Japón
e ideogramas inventados,
una remera gastada, la tela adelgazándose.
Le decía que podía sacársela,
que le hacía lugar al lado de la toalla.
Ese baño era un espacio que quisiera habitar.
Iba a curar esa media bandera desgarrada
con toda mi suavidad
con todo mi silencio.

© Luciana Ravazzani

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1 comentarios:

Blogger Adela ha dicho...

Yo, pienso que es muy bueno tu poema...

27 de noviembre de 2019, 23:14  

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