Texto de Sonia Quevedo
Retenido el
suspiro
Llueve en
la oscura noche agigantada, inquietos los suburbios se diluyen y dispersan.
Los
zaguanes cargan somas
cubiertos
por andrajos; y
el dolor,
se esconde entre las pieles carcomidas por la roña.
Cuán poco o
nada sienten bajo la lluvia inclemente, los ancianos cuerpos prematuros. Llueve.
© Sonia Quevedo
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