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13/10/19

Poema de Silvia Long-Ohni





ELEGÍA 

Era verano entonces 
y en piadoso ademán 
acaso florecía el agapanto, 
pero tus ojos, madre, 
yacentes en un pozo de penuria, 
eran sólo un rumor, 
un río seco, 
cuencos de oscuridad y de agonía 
en los lerdos instantes con que el tiempo 
iba cargando muerte sobre muerte. 

Tiritaba tu sangre deseosa de la vida 
y había que partir porque era invierno 
en tu antigua mirada, en tu clepsidra 
aunque el sol arreciara sobre los verdes brotes 
tan bien amanecidos, tan eternos 
como el viento, la lluvia y las arenas. 

No querías partir, 
y no mientras la vida temblorosa 
levantara frutales con voluntad de acero, 
cargara sus ramajes de sagrados verdores 
y aun cuando el otoño prometiera 
el limo amarillento y la hojarasca.

No querías partir 
pero la vida, madre, es forastera 
cuando se lleva a cuestas 
la frágil osamenta de lo humano. 

No querías partir. 
Yo he surcado contigo las aguas de la Estigia 
y aunque enero amanece con su cauce de soles 
y vuelven a ver la luz los agapantos 
así de indiferentes 
será tan sólo un eco de cosas que han ardido.


© Silvia Long-Ohni
Foto Gustavo Tisocco

11 comentarios:

  1. Bello y tremendo poema... Estremece y arruga el alma por lo hermoso y lo terrible. Un abrazo enorme Silvia. Gracias por compartirlo Gus ❤️

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  2. Hermoso poema Silvia, siempre es un placer leerte. Felicitaciones Gustavo por la publicación!!!

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  3. Qué bueno que esa forastera te traiga hasta aquí,Silvia , para nuestro deleite poético .Poemazo para leer releer.Ta abrazo 😘

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  4. Bello y conmovedor. Abrazo

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  5. Triste pero hermoso poema, maravillosa forma de escribir. Saludos
    Patricia Corrales

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  6. TREMENDO POEMA, SILVIA, HAS LOGRADO QUE CADA PALABRA ME DUELA EN EL CUERPO Y EL ALMA. BIENVENIDA!

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  7. Profundo, sentido y con la excelencia que te caracteriza. Un cariño

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  8. Negarse restauración o esperanza. Un abrazote fuerte Silvia.

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  9. Gracias Silvia. Las madres no queremos partir.
    Eso es cierto.
    Tu poema conmueve. Es infinito.

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