Poema de Federico Luis Baggini
Recedrata,
Recenama
Suponer que
cierta noche
se desata
una batalla por el mundo.
Los seres y
lo conocido perece.
Cada paraje
es una llanura sin movimiento.
Suponer
también que en determinado recinto
sobreviva
un elefante,
última
descendencia de un linaje ancestral.
El elefante
se alimenta de los brotes de una tierra devastada,
y duerme a
la intemperie.
Durante
varios años,
mareado por
la atrocidad del desastre,
solo sabe
gemir y resoplar por su familia.
Luego sus
memorias se nublan,
se
descomponen,
se tornan parciales
e inoportunas,
como una
certeza.
El horror
se convierte en un ambiguo asombro.
De a
momentos rememora,
con
inefable melancolía,
las
caminatas prolijas y recubiertas donde su abuelo le admiraba o regañaba,
o hundía la
trompa hasta aparecer del otro lado del cielo.
Entonces,
perturbado
de dolor,
se inclina
frente al sol e insinúa una voz.
Mientras
tanto,
los mares
se pueblan,
el fuego
envejece,
las flores
se reconocen
y algún que
otro árbol sale a pasear descalzo.
El
elefante,
maduro en
sus sienes,
se adentra
más allá de los finales.
Una tarde
ve una cebra.
Otra tarde
ve un águila.
Cierta
mañana, de pronto, tropieza con otro elefante de su misma edad que,
al igual
que él,
ha
resistido a la desolación de la batalla.
Se observan
largamente, se abrazan:
la memoria
se encuentra a salvo.
© Federico Luis Baggini
6 comentarios:
Bienvenido Fede a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, un abz, Gus.
Grandioso poema!!!
Besosss
Muchas gracias a vos, Gustavo, por permitirme compartir poesìa a travès de esta iniciativa tan valiosa y elemental que llevas adelante.
Te celebro a vos y celebro este ejercicio de difundir poetas.
Hermoso poema. Es resistencia. Verónica M. Capellino
Me sumo a la bienvenida que Gustavo ofrece a Federico L. Baggini. Lo seguiremos leyendo.
Rolando
www.revagliatti.com
Muy buen poema, gracias por compartirlo y bienvenido.
Abrazo Ana Romano.
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