Páginas

16/10/19

Poema de Federico Luis Baggini




Recedrata, Recenama

Suponer que cierta noche
se desata una batalla por el mundo.

Los seres y lo conocido perece.
Cada paraje es una llanura sin movimiento.
Suponer también que en determinado recinto
sobreviva un elefante,
última descendencia de un linaje ancestral.

El elefante se alimenta de los brotes de una tierra devastada,
y duerme a la intemperie.
Durante varios años,
mareado por la atrocidad del desastre,
solo sabe gemir y resoplar por su familia.
Luego sus memorias se nublan,
se descomponen, 
se tornan parciales e inoportunas,
como una certeza. 

El horror se convierte en un ambiguo asombro.
De a momentos rememora,
con inefable melancolía,
las caminatas prolijas y recubiertas donde su abuelo le admiraba o regañaba,
o hundía la trompa hasta aparecer del otro lado del cielo.
Entonces,
perturbado de dolor,
se inclina frente al sol e insinúa una voz.

Mientras tanto,
los mares se pueblan,
el fuego envejece,
las flores se reconocen
y algún que otro árbol sale a pasear descalzo.

El elefante,
maduro en sus sienes,
se adentra más allá de los finales.
Una tarde ve una cebra.
Otra tarde ve un águila.
Cierta mañana, de pronto, tropieza con otro elefante de su misma edad que,
al igual que él,
ha resistido a la desolación de la batalla.
Se observan largamente, se abrazan:
la memoria se encuentra a salvo.

© Federico Luis Baggini

6 comentarios:

  1. Bienvenido Fede a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, un abz, Gus.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias a vos, Gustavo, por permitirme compartir poesìa a travès de esta iniciativa tan valiosa y elemental que llevas adelante.
    Te celebro a vos y celebro este ejercicio de difundir poetas.

    ResponderEliminar
  3. Hermoso poema. Es resistencia. Verónica M. Capellino

    ResponderEliminar
  4. Me sumo a la bienvenida que Gustavo ofrece a Federico L. Baggini. Lo seguiremos leyendo.

    Rolando
    www.revagliatti.com

    ResponderEliminar
  5. Muy buen poema, gracias por compartirlo y bienvenido.
    Abrazo Ana Romano.

    ResponderEliminar