9/10/19

Poema de Alejandra Bosch



Hay un viento norte que sopla
desde vaya uno a saber
qué vieja dolencia del alma.
Adentro de mi cabeza, sopla y conmueve.
Se va la tarde, y no sé porque razón
todavía no he llorado.
Me parece que, es cosa de niñas miedosas
y tengo hace tiempo, una pose de enferma
terminal
de vieja sabia con paciencia
de sola y loca, pero buena.
Afuera, hay un viento, que no me ha dejado salir
se ensucia mi pelo con arena
mis zapatos quedan llenos de polvo
y en la ciudad, la gente anda de compras
entra y salen de los locales, y ni te miran.
Es una noche triste, la mía
ya no puedo llamar por teléfono a nadie
para tirarme en la cama y reír mientras
corren los minutos y crece mi cuenta.
Hay un viento norte que viene a anunciarme

que estoy sola y sin nadie
que sigo aquí, conservando los pocos puntos
que me quedan, firme en la mesa
como una niña malcriada.


© Alejandra Bosch

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