17/7/19

Poema de Clelia Bercovich


  

LA PLAZA DE LOS SUEÑOS 

En la ciudad la esperanza se agolpaba en los puentes 
Visitaba las fábricas. Lugares fantasmales. 
Recintos vacíos y huesos a la vista. 
Máquinas rotas, casi muertas, 
esperaban algún dueño, 
un patrón, un padre tutelar. 
Algo imposible. 
Las obreras dispuestas. 
Algo, algo, Una cooperativa. 
¡Coser de nuevo! 
Aceitadas las máquinas, brillaban hasta el amanecer. 

(El rumor que viajaba venía de la plaza. 
La plaza era la medida de los sueños) 
Para calmar el hambre, los caldos hervían en las ollas 
El arroz , de un amarillo pálido, cercano al azafrán. 
(El hambre aguijonea, el frío duele, la lluvia cala los huesos) 
El cielo es desamparo. 
Otro lugar , siempre el techo de chapa 
y siempre el frío 
el hambre 
los huesos de la lluvia. 
La plaza llama. El rumor cruza los puentes 
la ciudad castigada oculta un animal herido 
que respira 
por sus branquias.


© Clelia Bercovich

4 comentarios:

Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

El poema, un ojo donde la realidad habita. Gracias

21 de julio de 2019, 12:19  
Blogger Isabel ha dicho...

Excelente, el poema recoge hábilmente una verdad que no se quiere ver. Un abrazo, Clelia.Isabel Llorca Bosco

21 de julio de 2019, 21:02  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Lo que sucede todos los días.

25 de julio de 2019, 20:15  
Blogger Silvina Vuckovic ha dicho...

Gran poema, como Clelia

28 de julio de 2019, 21:06  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio