22/6/19

Poema de Paulina Vinderman



La soledad puede ser un jardín.
Un jardín salvaje con flores sin sombra
como las del aduanero Rousseau.
Con animales de ojitos redondos como
botones brillosos que irradien inocencia.
¿Por qué hablo de soledad si D. está conmigo?
Porque su presencia está signada por su antítesis,
porque ya es recuerdo.  Un recuerdo nítido
contra el muro silencioso de una iglesia
a la que le robaron la campana.

Dónde está nuestro amor? ¿Se fue a dormir?,
me preguntaré de regreso en mi ciudad de cielo
pálido, corazón pálido.
Está, como la vida, en el hálito de un búfalo
en invierno (para el jefe "Pies negros").
En la breve sombra que atraviesa la hierba
cerca del ocaso. En las luciérnagas
que hieren la noche hasta el poema.

© Paulina Vinderman

7 comentarios:

Blogger Olga Liliana ha dicho...

Maravilloso. Gracias!!!

22 de junio de 2019, 17:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"En la breve sombra que atraviesa la hierba"bello!!

23 de junio de 2019, 17:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"LUCIERNAGAS QUE HIEREN LA NOCHE HASTA EL POEMA"
Hermoso poema con interrogantes que son afines, felicitaciones
Patricia Corrales

24 de junio de 2019, 11:36  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Con tosa la belleza iracunda de no poder decir hasta nunca.lo goce mucho.Abarzos

26 de junio de 2019, 6:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

querida paulina..tu poesía nos enriquece



maria del mar

26 de junio de 2019, 13:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Siempre Paulina, movilizando, desacomodando estanterías como decía Alberto Cortéz, siempre el poema importante, decidor. me gustó mucho. marta comelli.

26 de junio de 2019, 23:14  
Anonymous Pauli ha dicho...

"La soledad puede ser un jardín"...¡que bello! Y también la mención de las pinturas de Rousseau.

27 de junio de 2019, 11:00  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio