16/6/19

Poema de Alejandro Cesario



Favila 

Noche de gran calina.

Dos pibes y su madre
caminan juntitos, gritan,
a pesar de que nadie los oye.

En la ribera sueltan los vestigios
se ahogan en llanto,

llanto que nadie escucha.

© Alejandro Cesario

3 comentarios:

Anonymous betty badaui ha dicho...

La triste realidad .
Un abrazo.
Betty

17 de junio de 2019, 23:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...

saludos poeta
Patricia Corrales

24 de junio de 2019, 12:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tremendo. Felicitaciones. me encantó. marta comelli

26 de junio de 2019, 23:07  

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