27/4/19

Poema de Reynaldo Farías



EL LIMONERO VECINO 

La mañana dejó sus lágrimas 
sobre un gredal mustio 
de imprevistos. 
No alcanzó la lluvia a contener 
el fuego de su estirpe 
de savia y nervadura. 
Sobre la hierba mansa 
su osamenta viste de silencio 
el grito desesperado de la muerte 
y un rumor de gorriones 
acompaña el luto desde la plaza. 
Hoy se instaló en el recuerdo
la generosa mirada frutal de su universo 
y el simétrico mandala de su pulpa. 
La raíz vencida en el viento 
Las ramas mutiladas de invierno 
último gesto digno en su follaje.


© Reynaldo Farías

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1 comentarios:

Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Hermoso!!

27 de abril de 2019, 19:02  

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