28/11/18

Poema de Patricio Foglia




ENGELS

La primera vez que lo vi, fue en París, en 1844.
Ya había leído su prosa, su furia
contra la miseria industrial de estos tiempos.
Conocerlo fue como encontrarme con la Razón en persona,
y que me cuestionase por esos estropajos
que dejaban su vida entre mis máquinas y el hollín,
mientras yo disertaba sobre Hegel, en los luminosos pasillos
de la Universidad de Humboldt.
Su amistad me deparó el rechazo
de mi padre, de mi madre,
de la ciudad de Londres,
pero ¿qué importancia tenía?
Yo lo veía quitarse de encima
al mundo y su opinión
como quién se limpia una tela de araña
y sigue su marcha inexorable, hacia la Historia.
Ojalá hubiera podido darle más,
convertirme yo también en un mendigo,
dejar hasta el último céntimo en su cuidado,
como un acto de amor, pero también de justicia.

© Patricio Foglia

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy, muy interesante. Me encantó. marta comelli

2 de diciembre de 2018, 22:43  
Blogger Adela ha dicho...

Muy bueno!

30 de diciembre de 2018, 23:36  

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