28/11/18

Poema de Gisela Galimi





Frutillas

Dicen que mi madre
limpiaba frutillas
la tarde de octubre
en que quiso nacerme.
Se le vino al ánimo
un súbito cansancio de piernas
y anunció que no recibiría visitas
hasta después del parto.
Mi padre, siempre tan hombre,
protestó que ya había hecho convite
para el próximo sábado.
Entonces ella
comenzó a parirme
ahí mismo,
un mes antes de la víspera.

Cada vez que lavo frutillas
y las corto,
de una forma distinta
al modo de mi madre,
pienso que hay varias maneras
de resolver un problema.

O si las frutillas son muy rojas,
no pienso en nada.


© Gisela Galimi

3 comentarios:

Blogger Marta Ortiz ha dicho...

Muy bueno Gisela!! me disparó varias lecturas en la red de imágenes desplegadas, entre dejarse estar sin pensar nada, atrapada en el color que marea, y la creatividad capaz de resolverlo todo. Abrazo !! Marta Ortiz

2 de diciembre de 2018, 9:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy profundo, Gisela! Estela Porta

5 de diciembre de 2018, 16:17  
Blogger Adela ha dicho...

Nada mejor que el Rojo! Sangre,VIDA! BIENVENIDA!

30 de diciembre de 2018, 23:38  

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