Poema de Carlos Morteo
Imperdonables
tiempos
crueles la guerra de conquista
los hombre no lloran
los poetas
no lloran tan a menudo
cuando ven un cedro del Líbano
deshojándose en ondas expansivas
con las
ramas al cielo como huesos rotos
como huesos
rotos de manos que suplican
acaso los
poetas lloran y los hombres
que buenos
y malos pero imperdonables
cuando ven
el cedro del Líbano ceniciento
las ramas
como ruegos a cualquier dios
ruegos
rotos por voces que aturden
lloran por
ellos mismos y no por muertos
saben que
los gajos al cielo son sus almas
en un otoño
que no les pertenece
cuando los
hombres lloran
y los
poetas eligen escribir
y los cedros
del Líbano se deshojan
sin poder
dar sombra cuando la muerte
© Carlos Morteo
Etiquetas: Carlos Morteo
1 comentarios:
tristemente bello...Gracias"
"y los cedros del Líbano se deshojan"
un abrazo
norma starke
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