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25/8/18

Poema de Carlos Morteo



Imperdonables

tiempos crueles la guerra de conquista
los hombre no lloran
los poetas no lloran tan a menudo
              cuando ven un cedro del Líbano
deshojándose  en ondas expansivas
con las ramas al cielo como huesos rotos
como huesos rotos de manos que suplican
acaso los poetas lloran y los hombres
que buenos y malos pero imperdonables
cuando ven el cedro del Líbano ceniciento
las ramas como ruegos a cualquier dios
ruegos rotos por voces que aturden
lloran por ellos mismos y no por muertos
saben que los gajos al cielo son sus almas
en un otoño que no les pertenece
cuando los hombres lloran
y los poetas eligen escribir
y los cedros del Líbano se deshojan
sin poder dar sombra cuando  la muerte

© Carlos Morteo

1 comentario:

  1. tristemente bello...Gracias"
    "y los cedros del Líbano se deshojan"

    un abrazo
    norma starke

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