Poema de Jimena Arnolfi
NATIVA
No todas las trepadoras
pueden agarrarse a la pared
y enamorarse perdidamente.
Sus tramas son complejas,
pliegue, repliegue, despliegue.
Crece tanto al sol como a la sombra,
si pierde hojas, la luz calienta las paredes
y aleja a los bichos de sus ramas.
Si no se cuida como corresponde,
levanta techos, despega la pintura,
puede desprenderse por completo.
Hace desastres al cargar consigo misma:
la mente es una enamorada del muro.
© Jimena Arnolfi
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