28/2/18

Poema de Paulina Vinderman





Si la luz cambia al caer la tarde
¿debería cambiar el poema, debería el amor?
Podemos fingirnos bajo el viento rabioso
de un desierto, olvidar el palo de lluvia del rincón.
Podemos volver a buscarnos a tientas, uno al otro,
entre los trastos y la esperanza de un estudio
de pintor: los pigmentos en un plato de lata,
un cuchillo sin filo, dos tazas con restos de té,
la soledad de una cara inacabada sobre un lienzo.

Algo ha sucedido en ese lugar.
Algo sucede.

Pero no encontramos el centro de la flor.
Sea lo que sea  que estamos persiguiendo sin saberlo,
vamos hacia la mañana, callados, por un camino
sin puentes que lo crucen.
Tierra ocre, envejecida, y nada de promesas.


© Paulina Vinderman

6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso Poema Paulina!!!
Muchas gracias por compartir.

Tere Vaccaro.

28 de febrero de 2018, 19:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Precioso poema! gracias por compartirlo!
Cuántas bellas imágenes, "el palo de la lluvia"," el centro de la flor"..."vamos hacia la mañana, callados..."

norma starke

28 de febrero de 2018, 19:53  
Blogger Patricia Corrales ha dicho...

Brillante metafora de un futuro sin promesas "vamos hacia la mañana, callados, por un camino sin puentes que lo crucen"
felicitaciones, Patricia Corrales

28 de febrero de 2018, 23:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola querida Paulina: En tu poema la luz que cambia nos muestra el caer de la tarde y el atardecer de la vida con una síntesis del paso del tiempo que nos conmueve con esa pregunta tan suave y desgarradora"debería cambiar el poema, debería el amor?". Sin embargo, en ese "buscarnos a tientas" en el pasado, donde "Algo ha sucedido" también "algo sucede". "El centro de la flor" siempre esquivo, la búsqueda ("sea lo que sea que estamos persiguiendo sin saberlo"), nos llevan a ese "callados" del caminante, que sigue transitando su ruta aunque ese "nada de promesas" dejan asomar una pisada más realista.¡Qué poema! Lo había leído, pero ahora amé releerlo. Un beso para la maga de las palabras Irene Marks

5 de marzo de 2018, 9:15  
Blogger graciela perosio ha dicho...

Lo que más me interesa,Pauli, del poema, está en esos dos versos casi en el centro: "Algo ha sucedido en ese lugar,/ Algo sucede" Porque todo el poema habla de lo que no sucede, de la imposibilidad de la búsqueda, de no poder encontrar el centro de la flor, no hay promesas. Todas frases con un cierto matiz adversativo...Sin embargo, el corazón del poema afirma: "Algo ha sucedido en ese lugar" y para que no se dude insiste con un rotundo "Algo sucede". Cada cual verá cómo resuelve -esta vez en el propio corazón- esta contradicción que nos presenta esta maga mayor de la poesía argentina.

5 de marzo de 2018, 14:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bueno, Paulina...Algo sucede.
Abrazos
susana rozas

5 de marzo de 2018, 18:13  

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