Si la luz cambia al caer la tarde
¿debería cambiar el poema, debería el amor?
Podemos fingirnos bajo el viento rabioso
de un desierto, olvidar el palo de lluvia del rincón.
Podemos volver a buscarnos a tientas, uno al otro,
entre los trastos y la esperanza de un estudio
de pintor: los pigmentos en un plato de lata,
un cuchillo sin filo, dos tazas con restos de té,
la soledad de una cara inacabada sobre un lienzo.
Algo ha sucedido en ese lugar.
Algo sucede.
Pero no encontramos el centro de la flor.
Sea lo que sea que
estamos persiguiendo sin saberlo,
vamos hacia la mañana, callados, por un camino
sin puentes que lo crucen.
Tierra ocre, envejecida, y nada de promesas.
© Paulina Vinderman
Hermoso Poema Paulina!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir.
Tere Vaccaro.
Precioso poema! gracias por compartirlo!
ResponderEliminarCuántas bellas imágenes, "el palo de la lluvia"," el centro de la flor"..."vamos hacia la mañana, callados..."
norma starke
Brillante metafora de un futuro sin promesas "vamos hacia la mañana, callados, por un camino sin puentes que lo crucen"
ResponderEliminarfelicitaciones, Patricia Corrales
Hola querida Paulina: En tu poema la luz que cambia nos muestra el caer de la tarde y el atardecer de la vida con una síntesis del paso del tiempo que nos conmueve con esa pregunta tan suave y desgarradora"debería cambiar el poema, debería el amor?". Sin embargo, en ese "buscarnos a tientas" en el pasado, donde "Algo ha sucedido" también "algo sucede". "El centro de la flor" siempre esquivo, la búsqueda ("sea lo que sea que estamos persiguiendo sin saberlo"), nos llevan a ese "callados" del caminante, que sigue transitando su ruta aunque ese "nada de promesas" dejan asomar una pisada más realista.¡Qué poema! Lo había leído, pero ahora amé releerlo. Un beso para la maga de las palabras Irene Marks
ResponderEliminarLo que más me interesa,Pauli, del poema, está en esos dos versos casi en el centro: "Algo ha sucedido en ese lugar,/ Algo sucede" Porque todo el poema habla de lo que no sucede, de la imposibilidad de la búsqueda, de no poder encontrar el centro de la flor, no hay promesas. Todas frases con un cierto matiz adversativo...Sin embargo, el corazón del poema afirma: "Algo ha sucedido en ese lugar" y para que no se dude insiste con un rotundo "Algo sucede". Cada cual verá cómo resuelve -esta vez en el propio corazón- esta contradicción que nos presenta esta maga mayor de la poesía argentina.
ResponderEliminarMuy bueno, Paulina...Algo sucede.
ResponderEliminarAbrazos
susana rozas