29/11/17

Poema de Mónica Aramendi




Después de la fiesta
La calle amanecida
Encandilará sus rostros.
Carcajeos sinsentido
Vomitarán el enjambre
De una noche incompleta.
Con paso lento, burdo
Recorrerán la ciudad
A un dormida.
Zapatos en las manos
Corbatas desencajadas
Maquillaje que se quedaron
Entre las mascaras
En un guardarropas ajeno.
El sol comienza a entibiar
Y el alcohol de la fiesta
Se acomodará en la tristeza.
Las bocas áridas, acidas,
Incoherentes.
Bostezando la brisa matinal.
No hay lugar abierto
Para abrevar la sed
Que deja tanta saciedad.
Más sol, más luz
Descubriéndolos.
Cada uno mirará al otro riéndose
Cada uno se mirará con llanto.
Fantasmas salidos de un campo inconsciente
Son otros. Son ellos sin desearlo
Vampiros de si mismos
Libarán su sangre en un circo sin público.
La función termina.

Las arrugas de los años
Aún no vividos se presentan
En la rígida memoria
De algún próximo aquelarre.

© Mónica Aramendi

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