Poema de Eugenia Cabral
ASÍ ERA MI GENTE: VIOLENTÍSIMA.
Era un bocado sangriento, la ira,
violáceo y dulce.
Bastaba una señal
y comenzaban a devorar la rabia.
Todo era alimento,
picor venéreo,
sal y fragua,
hornalla y caldero.
Limé su filosofía
hasta volverla polvo de muebles
heredados,
insecto que se deshace –entre el pulgar y
el índice-
a la sola mención del tiempo.
Hundieron la cabeza entre los hombros
y nunca más fui de verdad amada.
Mis madres ya no me conocían.
Estuvimos solas.
Como perros atados a cadenas.
© Eugenia Cabral
Etiquetas: Eugenia Cabral
1 comentarios:
Hermoso y conmovedor
Abrazos
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