30/9/17

Poema de Rafael Vásquez






LA  EXPERIENCIA

Dicen que cuando uno
logra sumar los años que permiten
otra vista del mundo:
este mundo común y pequeñito
del recorrido diario,
uno se sabe guiar mejor que antes.
Uno evita deslices,
errores cometidos y torpezas
porque tiene el caudal de la experiencia.
Luego vienen los hijos
y se espera enseñarles las claves de la vida,
ahorrarles los tropiezos, los golpes, la ceguera.
Sólo que son distintos
afortunadamente
y cada uno maneja su propio rumbo incierto.
Los consejos no valen
las historias no sirven
nunca es bueno el ejemplo.
La experiencia
no nos sirve de nada.


© Rafael Vásquez

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10 comentarios:

Blogger Ines ha dicho...

Cierto. Y muy buen contado en el poema. Abrazo, Inés

30 de septiembre de 2017, 16:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Maravilloso poema que tuve la alegría de escuchar en el Salón Dorado.

Un abrazo,

Alicia Márquez

30 de septiembre de 2017, 17:39  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Es un tema profundo pero aún así me animo a opinar lo mismo, cada ser hace su propia experiencia, valiéndose de otras y de la vida propia, me encantó este poema y lo seguiré pendando.
Un gusto la lectura, va un abrazo
Betty

30 de septiembre de 2017, 21:57  
Blogger graciela barbero ha dicho...

La vida es un constante suma de experiencias.
Muy bueno Un abrazo
Graciela barbero

1 de octubre de 2017, 19:51  
Blogger Unknown ha dicho...

Buen poema, Rafael. La experiencia finalmente no nos sirve de nada.

2 de octubre de 2017, 10:05  
Blogger Claudia Tejeda ha dicho...

ay Rafael!!! tenemos el mismo número de zapatos en algunos versos. Sé de lo que hablás.
Prefieren hacer preguntas a los foros de la web, aprender por tutoriales, que sé yo.
A quién le dejaremos nuestras historias si no nos escuchan?

Un abrazo
Hermoso poema

2 de octubre de 2017, 12:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Rafael: poema muy sabio, porque cada hijo hace su propio camino, libre. Nuestra experiencia es útil para nosotros, pero no para ellos, y si alguien enseña a alguien, son ellos, los hijos, muchas veces nuestros maestros. Excelente Irene Marks

3 de octubre de 2017, 9:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

un poema que lleva a la reflexión con su certeza. así es, así lo experimentamos en la vida. mucha ternura y la aceptación final de un comportamient0 adecuado con los otros. dejarlos hacer. dejarlos elgir.. muy bella la imagen. muy bella. susana zazzetti.

4 de octubre de 2017, 10:21  
Blogger Marta Rosa Brignolo ha dicho...

Lamentablemente en nuestra cultura las canas ganadas con los años vividos no se tienen en cuenta. En la mayoría de los casos, los jóvenes no escuchan a los viejos y pasamos a molestar.
Saludos! Marta Rosa

11 de octubre de 2017, 2:24  
Blogger Isabel ha dicho...

La experiencia la cosecha cada uno, pero toda palabra influye y sigue revoloteando y puede orientar. Pero para eso no tendrían que ser jóvenes y con prejuicios de jóvenes. Muy bueno, Rafael. Abrazo Isabel Llorca Bosco

16 de octubre de 2017, 11:54  

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