7/4/17

Poema de Rubén Amaya


Mi madre

Mi madre tenía aromas
de azahares en sus manos.
Por las noches, me abrigaba
con su voz, paciente y dulce.
A veces, la siento todavía,
en medio de la noche,
rondando por mis sueños.
Mamá me despertaba,
sirviéndome luciérnagas
celestes en la taza.
Luego partía a su diaria tarea
de fregar los pisos
o lavar la ropa ajena,
como quien limpia el día,
mientras por sus manos,
circulaban torrentes de ternura.
Al regresar, no había cansancio
que pudiera con ella.
Me  leía interminables cuentos,
que eran desafíos
para inventar los  míos.
Se empecinaba en producirme ideas,
y cuando llegó el tiempo
de levantar mis banderas,
sus brazos se cubrieron de nidos,
para alojar compañeros.
Luego, se dio tiempo
para abrigar mis hijos,
como quien enhebra
cuatro hilos distintos
en una enorme aguja.
Siempre la veo partir
con sus ochenta y pico de años,
o la descubro,
escondida entre mis pasos,
empujándome a luchar
por su memoria.


© Rubén Amaya

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

tan sentido, que me pudo este poema. susana zazzetti.

8 de abril de 2017, 12:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bello Poema! Felicitaciones, Rubén!
Marta R Brignolo

9 de abril de 2017, 17:46  
Anonymous MARIA LUISA MARQUEZ ha dicho...

LOS POEMAS A LAS MADRES LLEVAN Y ESPARCEN EMOCIONES !!!! UN SALUDO DE María Luisa Márquez

9 de abril de 2017, 18:15  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Eso es la madre, parte nuestra, la vemos en el espejo, en gestos y en lo cotidiano. Bello homenaje.
Abrazo
Elisabet

9 de abril de 2017, 18:52  
Anonymous Milagros Rodríguez ha dicho...

Emotivamente cálido me llegó!

10 de abril de 2017, 13:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Desde lo cotidiano, nace lo poético, esta es una gran muestra, donde llega y emociona.
Muy bello!
Aly Corrado Mélin

14 de abril de 2017, 11:00  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Cuánto amor sembró tu madre en vos Rubén!! me maravilla!! Cómo no sentirla hoy a tu vera!!

14 de abril de 2017, 15:52  
Blogger Ana Romano ha dicho...

Un poema muy sentido y que emociona al leerlo. Gracias Rubén-
Un abrazo Ana Romano.

17 de abril de 2017, 13:04  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Gran madre y gran hijo el que supo atesorar
Rubén, el poema se siente, tiene vida.
Un abrazo.
Betty

17 de abril de 2017, 15:49  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Creo que todos los que escribimos tenemos una madre que nos leyó "interminables cuentos". Abrazo

24 de abril de 2017, 6:18  

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