4/4/17

Poema de María Lyda Canoso


 el muchacho japonés

                                    a “El hermano menor”, de Kon Ichikawa. 

son marrones    son sepia    cuelgan de las paredes 
el muchacho es tuberculoso y ladrón 
triste es ver las escenas adonde pasa todo     
pero es China 
o Japón    sí    debiera ser Japón 
el film ya había empezado 

nada conmueve tanto como esos tonos 
y que el chico se muera  y  que haya sido ladrón 
historia atemporal que muestra lo que viene siendo 
sin historia anterior

una hermana protectora y un padre escritor     
de ahí lo del hermano menor 
el chico cae en la más cruel enfermedad 
para la época     se entiende 
entonces no había antibióticos 

la hostería de Rio Ceballos 
era tan alegremente triste 
quizá muchos de los que allí veraneaban 
estuvieran con un diagnóstico 
medianamente confuso 
entonces dejar que se defina el cuadro 
en ese período de incertidumbre 
no decir que uno tiene un problema 
pulmonar 
no toser    jamás    
en tal caso hacerlo bajo las cobijas 

recuerdo el comedor con las cretonas 
frutera con la naturaleza muerta 
vida o muerte     no había división 
entre un estado y el otro 
quizá la naturaleza muerta 
era una reproducción que dice “comeme” 
o un pequeño cuadro 
la memoria no establece dimensiones 
lo grande lo pequeño 
como esas manchitas que aparecen en mi placa 
que autorizan a mi neumonólogo 
susurrar acerca 
de un remoto foco ya cicatrizado 

todos son marrones o sepia    
el muchacho es tuberculoso y es ladrón 
triste es ver escenas donde lo que pasa     
parece que sucediera en China 
pero en Japón tal vez debiera ser 

o quizá Río Zeballos 
donde una niña pequeña 
frágil como la fosforera 
en una hostería con adornos de cretona 
tose sin parar
  

© Marily Canoso

9 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

muy bien logrado, mas allá de la tristeza que me causa. felicitaciones por el tema. susana zazzetti

4 de abril de 2017, 12:27  
Blogger Marily Canoso ha dicho...


Fe de erratas: digo Río Ceballos.

5 de abril de 2017, 6:03  
Anonymous María Fernanda regueiro ha dicho...

me gusta, me gusta, me gusta!

8 de abril de 2017, 18:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"Con adornos de cretona tose sin parar"
triste y bello. Flora levi

9 de abril de 2017, 21:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Original, cotidiano, concentra en un hecho toda una época y sus tabúes, sus temores, sus fantasmas y su relación íntima con ella; el poema es ayer y hoy al mismo tiempo, es vos y yo y la memoria grabada a fuego como el olor a alcanfor. Yo misma fui a Río Ceballos por primera vez a veranear. Gracias Marilyn, esa cretona es, como el mantel de hule, inolvidable. Un poema fuera de serie.

Clé.

10 de abril de 2017, 7:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Entrañable, es dolorosa la escena y sin embargo, hay algo que convoca al anhelo de estar allí y quedarse, acompañando, hasta el final. Un abrazo Marily
raquel jaduszliwer

14 de abril de 2017, 16:23  
Blogger Ines ha dicho...

Como casi siempre en tus poemas, querida Marily, se sigue lo narrado en esas escenas-imágenes, tipo tabloide, que van hacia atrás y hacia adelante, de un espacio a otro y se encadenan...de Japóm a Río Ceballos: la enfermedad, el recuerdo, el dolor. Muy bueno!!Un abrazo! Inés.

17 de abril de 2017, 15:39  
Blogger Marta Rosa Brignolo ha dicho...

Muy bueno, Marily!


Cariños

20 de abril de 2017, 3:04  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

"...medianamente confuso/entonces dejar que se defina el cuadro..." de la memoria. Increíble técnica.

24 de abril de 2017, 6:30  

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