Poema de María Del Mar Estrella

A UN PRINCIPE DORMIDO 

                A  Alberto Peyrano, in memoriam 

Habitabas el reino del corazón, el hondo

laberinto de luz donde entrelazan

los planetas el mapa del destino

las semillas silvestres del universo humano.

Amigo fiel, discreto compañero

apasionado por el arte

generoso

sincero

solidario.

Siempre estabas allí donde nacía un sueño o moría una lágrima

con tu mano extendida.

Compartimos un trecho del camino

y ese trecho es ahora imborrable recuerdo

altar donde se ofician

los ritos del amor y la nostalgia.

No sé si fuiste azul pero sí un principe de luz

un vigía del alma

un elegido

y ahora estás allí, en ese cosmos

que tantas veces desentrañaste.

Ahora estás, allí, hecho galaxia

estrella vespertina

música celestial

eterno abrazo

tu María Bonita

© María Del Mar Estrella