21/5/16

Poema narrativo de Mónica Cazón


Mayo sin rosales

era un otoño manso. Los bares continuaban con sus mesas en las veredas; y ella aún reía. Se sucedían los hechos en el momento exacto, pero yo, no estaba allí. Quedé congelada en el camino. Con la cabeza destrozada en la ruta cubierta de cenizas. Y su imagen desaparecida ante mis ojos, para que pueda soportar el vacío del mantel.
No reproches mis omisiones ahora que estás fuera de la casa, ya ves,  otra vez debo darte la razón. Nada es lo que aparenta, tampoco la risa de los otoños mansos.  


© Mónica Cazón

6 comentarios:

Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Hermoso texto. Abrazo, Mónica!

23 de mayo de 2016, 10:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"la rissa de los otoños mansos" muy hermoso
flora levi

25 de mayo de 2016, 20:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

NAda, nunca, es lo que aparenta.... Y los otoños nunca son mansos..... Gracias, Isabel Krisch

29 de mayo de 2016, 23:10  
Blogger Liliana ha dicho...



Bien Mónica! Me gustó.

Lily Chavez

30 de mayo de 2016, 9:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Adoro estos relatos poéticos - que al igual que el poema para ser sinceros- nos cuentan una historia pero desde otro lado que nos permite a los escritores expandirnos. Bellísimo texto con algo de místico, y cenizas del otoños, imágemes importantes para conducir la historia hacia donde el lector desee comprender. marta comelli

1 de junio de 2016, 12:59  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Es tanto lo que brinda el otoño!! desde tantos espacios!! que siempre permiten que la imaginación vuele. Un abrazo

18 de junio de 2016, 13:54  

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