Poema de Inés Legarreta
Cuando miro
un cielo inconmovible
no es
lo único falso que sucede
también
las hojas del sauce, el sol
pegando en la pared del fondo
los sillones y la mesa de hierro
la tierra reseca
unos juguetes en los canteros
la bocina de un auto
el ruido de las motos
las rosas secas que aún permanecen en las ramas
del rosal
la página de un diario
pero ya toma consistencia el domingo:
en los domingos hay una ciudad olvidada.
© Inés Legarreta
6 comentarios:
Lindo Inés cariños!!!
un poema descriptivo hacia fuera, que resume el dolor hacia dentro en el último verso. bravísimo. susana zazzetti.
Estupenda configuración del poema de agudo oficio y sutiles sentimientos. NO se trata de descansar y disfrutar, sino de vivir por un día el abandono. Gracias.
Un gran beso, poeta.
Isabel Llorca Bosco
Muchas gracias amigas por los comentarios. Abrazo, Inés
No son pocos quienes piensan lo expresado en tu poema, y el olvido de los domingos se agiganta cuando se pierde el sentido de corporalidad y la emoción de sentir que las mismas cosas calladas por nuestro abandono son las que "nos hablan" cuando decidimos extender la mano y acariciarlas...
Vivencia de extrañamiento y revelación a través de una mirada que avanza deteniéndose en aquello que quizás no acostumbramos a mirar. Pero un domingo cualquiera, de pronto, por un instante, todo cambia...
gracias Inés. Felicidades!!!
Raquel Jaduszliwer
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