Poema de Marta Ortiz
Olvido
Dorado a la hoja
pero urdido en la sombra
velaba inquieto el verso
las alas de pedrería
como auras del siglo de oro
o de cualquier otro oro
más o menos degradado.
Mañana lo escribo –me dije-
me soñé despierta
mis sentidos como esponjas
-falsas-
absorbían escorias
pseudo ópalos
diluidos en los bordes.
Opacadas morían
las alas de humo
en el contraluz que el sueño
tragaba.
La mañana siguiente esculpió verdes
-brillantes-
cosas de la linfa el sol la fotosíntesis
todo junto a la ventana, todo
menos el verso primigenio:
apenas enhebradas
las
cuentas de silencio
hundieron
un
pozo
en
el
o
l
v
i
d
o.
© Marta Ortiz
4 comentarios:
si, marta, a veces el verso primigenio se depura, se degrava, se perfecciona, pero - pensaba al leerte- qué forma más estética, directa y brillante de imágenes puras has encontrado para decirlo. me encantó. susana zazzetti.
Marta, el siglo de oro con sus tretas, sus decadencias, su oro degradado, sus símiles, está todo en este poema, aunque el verso primigenio haya caído en el olvido, sepultado en la página negra. Trabajo donde el "todo" barroco se agolpa
para que no lo podamos olvidar. ¡Bravo,Marta¿!
Coincido en un todo con Susana Zazzetti, una belleza, muy sugerente... ¡Felicitaciones, Martita!!
Muy bueno. La aparición y desaparición de un poema (sus versos dorados)con la luz de la mañana. Un abrazo, Inés.
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