18/12/15

Poema de Beatriz Minichillo





  Divagaciones

Un niño duerme en la punta de mis pies
y no se atreve a caminar
porque le asusta el mundo.
una música extraña
me atraviesa con violencia
A ello debo agregar un ápice de fe
Una muñeca que destrozó contra el suelo
su hermosa e inaccesible
cara de porcelana.
Un grito anónimo en la vereda
que escapó por la alcantarilla.
Perros atados en la puerta de un comercio
cuyos dueños practicaban el abandono
por cinco minutos.
Ramas desnudas inundadas
por un verde sofocante y atrevido
Una luna envuelta en niebla
y la niebla envuelta en lluvia.
El silencio de lo inasible.
El crecimiento humilde de la gramilla
y los milagros que sigo sin comprender
aunque lo intento.
La tierra que gira sin marearse
Y una  esquina
donde miro sin ser mirada.
Las baldosas de la cuadra de mi casa
que no coinciden nunca con el número exacto.
Las ventanas que abren su boca para devorarme
y las engaño tras el hueco de una pared
con el perfume de una flor recién robada
que acabo de quitarle a un malvón distraído.

© Beatriz Minichillo

Etiquetas:

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

la verdad e incógnita de la existencia.
Muy bueno.
saludos.Anahí Duzevich Bezoz

19 de diciembre de 2015, 20:07  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio