Graciela Perosio comparte GIUSEPPE UNGARETTI
YA SIN PESO
A Ottone Rosai
Para un Dios que ría como un niño,
Tantos gritos de pájaros,
Tanta danza en las ramas,
Un alma perdió ya todo su peso,
Los prados tienen una ternura tal,
Tal pudor en los ojos revive,
Las manos como hojas
Se encantan en el aire…
¿Quién teme ya, quién juzga?
GIUSEPPE UNGARETTI
(traducción de Rodolfo Alonso)
8 comentarios:
¡ QUÉ BELLEZA! UNO DE MIS PREFERIDOS. GRACIAS!! SUSANA ZAZZETTI.
Gracias por recordarlo y volver a leerlo
C.Briante
Si Genial uno de loa grandes
Ignacio
PUREZA,TERNURA, SENSITIVO Y DE UNA BELLA SUTILEZA, DE UN RICO ESPÍRITU LA DEL POETA
LIDIACC.
Bellísimo y "sin peso". Gracias por traer este poema, Graciela.
Un abrazo, Marta Ortiz
Gracias Graciela.
Su espíritu y sus letras de tu mano.
Abrazo
Maravilloso poeta!!! gracias!
Tierno y bello.
Excelente elección
Maria Cristina FErvier
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