4/1/15

Poema de Clelia Bercovich


Magia  en la calle 

No fui yo 
que brillaba débilmente 
apoyada en mis aros 
No fui yo quien instaló la magia 
Fueron las madrugadas 
cuando la claridad escandaliza a los demorados 
y sobrevive la luz fluorescente 
 de las heladerías 
Cuando aún no se lavan las veredas 
 y las escobas 
no han tomado posesión de las puertas 

No fui yo quien instaló la magia 
Fueron las madrugadas 

Cuando el tránsito no ruge.



© Clelia Bercovich

6 comentarios:

Blogger Marily Canoso ha dicho...

Buen poema, Clelia Bercovich.
coloquial y buenas imágenes.

5 de enero de 2015, 11:08  
Blogger Isabel ha dicho...

Clelia, hermoso poema que manifiesta la mágica ambiguedad del crepúsculo.Como quien conoce de madrugadas y puede disfrutarlas. Un beso. Isabel Llorca Bosco

9 de enero de 2015, 11:44  
Blogger Carlos Enrique Cartolano ha dicho...

Territorio poético: nos permite luz alta, alumbrar en armonía con cuanto muere y nace. Gracias por tu palabra siempre, Clelia!

18 de enero de 2015, 10:11  
Blogger mariel monente ha dicho...

Clelia, gracias por tomar mi mano y llevarme a esos territorios iluminados...

25 de enero de 2015, 0:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

hermoso poema Clelia! "no fui yo..."
gracias

norma starke

25 de enero de 2015, 20:44  
Blogger graciela barbero ha dicho...

La noche cuántas fantasías nos propone
las madrugadas, llenas de bohemia.
Muy bueno
Graciela Barbero

31 de enero de 2015, 11:20  

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