Poema de Clelia Bercovich
Magia en la calle
No fui yo
que brillaba débilmente
apoyada en mis aros
No fui yo quien instaló la magia
Fueron las madrugadas
cuando la claridad escandaliza a los demorados
y sobrevive la luz fluorescente
de las heladerías
Cuando aún no se lavan las veredas
y las escobas
no han tomado posesión de las puertas
No fui yo quien instaló la magia
Fueron las madrugadas
Cuando el tránsito no ruge.
© Clelia Bercovich
6 comentarios:
Buen poema, Clelia Bercovich.
coloquial y buenas imágenes.
Clelia, hermoso poema que manifiesta la mágica ambiguedad del crepúsculo.Como quien conoce de madrugadas y puede disfrutarlas. Un beso. Isabel Llorca Bosco
Territorio poético: nos permite luz alta, alumbrar en armonía con cuanto muere y nace. Gracias por tu palabra siempre, Clelia!
Clelia, gracias por tomar mi mano y llevarme a esos territorios iluminados...
hermoso poema Clelia! "no fui yo..."
gracias
norma starke
La noche cuántas fantasías nos propone
las madrugadas, llenas de bohemia.
Muy bueno
Graciela Barbero
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