25/12/14

Texto de Edna Pozzi




NAVIDAD PARA TODOS 

Me desperté ese día de una semana cualquiera y mirando el almanaque donde nevaba intermitentemente una lluvia de papel brillante, me dije: “ya viene la Navidad” y no obstante, que mi perversa memoria se obstinaba en recordar todos los trámites engorrosos y aburridos que ese día debía cumplir, el símbolo o el color de esa Navidad comenzaba a destilar sus tiernos rayos sobre mi dolido corazón. Con qué carga vendría esa Navidad anunciada, en este año un tanto pesado de malas noticias, desde un deterioro evidente de una vida jaqueada por la codicia e indiferencia de los gobiernos, la falta de actos creadores, el libro amado que yacía en la soledad de mi boca, los avisos de muerte lejanas o cercanas igualmente insoportables como a veces la esperanza convirtiéndose “en una lata de caramelos que en el atardecer hubiera sido terminada”.

 ¿O sonreirá la joven de piel  morena que no se cansa de tenerme la mano y obligarme a trepar el amado “Machu Picchu”? ¿La Navidad colmada de deseos de mi niñez absorta totalmente en una muñeca de ojos celestes que ningún presupuesto alcanzó para comprar? Alguien  me indica que hay-hubo chicos descalzos y con hambre como si tuvieran que  depender de una patria raída, que los muerde hasta los dientes, que  frente a ello mi muñeca era un deseo de niña construida en la pena del abandono incapaz de conservar  ilusiones para los otros.

Es que en esta Navidad las palabras han adquirido un color distinto, como si fueran sobras de un lenguaje brillante que antes ejercitábamos con belleza y astucia, “para salvar al mundo” como diría mi amigo Ariel Busso. Y en esas palabras apenas si caben la multitud de afectos, de sonrisas, de lágrimas que uno esta dispuesto a entregar. Me conmueve profundamente la Navidad, mis queridos amigos,  hijos, nietos, casas, patria, que aún andan por la vida esplendorosa soñando el sueño que otros no pueden soñar, mirando de lejos o de cerca la noticia de un dolor que corresponde a un mundo incompleto, que aún andan cantando seguramente por mi también y la joya del pensamiento que finaliza en los labios de una mujer amamantando su primer hijo, el que será por fin “el elegido”. Esto denota que no es una fecha más para comprar si se puede un anillo o una muñeca de trapo, es algo mas rumoroso en Cecilia, en Alicia, en Martita, en Nena, en Carlitos en todos los otros que por años se han levantado con una copa de vino en la mano para gritar Feliz Navidad, esta debe ser una Navidad de todos, los jóvenes y los viejos, los enfermos, los de brillante salud, los abuelos y los niños no nacidos, los de una dorada adultez y de todos los que se han ido sin saber como los hemos querido.

Esta es una Navidad distinta. Fuerte y hermosa la belleza que espera el Padre Busso reside, ya se sabe, en los más intimo del corazón humano. Entonces quizás encontremos esa tierna luz en las mejillas del niño Dios apoyada en el muñeco que esta en el pesebre nada más que para hacernos besar lo que siempre debe ser besado. Paz  y Justicia para todos.



© Edna Pozzi

5 comentarios:

Blogger Clelia Bercovich ha dicho...

Muy buen texto, convincente, sincero, agradable

26 de diciembre de 2014, 8:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Edna, solo gratitud a tu completo mensaje de paz y reflexión. Cada pensamiento volcado convoca a la pausa necesaria para sentir el reflejo,el acuerdo y la esperanza del mundo que soñamos.Un abrazo y Feliz Navidad ayer hoy y en el cada día.
María Paula Mones Ruiz

27 de diciembre de 2014, 10:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello análisis y bello mensaje
Cariños Edna y Felicidades !
Alicia Borgogno

27 de diciembre de 2014, 18:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Edna, querida Edna. Como dice Maria Paula, es un completo mensaje de paz y reflexión.
Transitar por los tiempos y espacios del país y del mundo, de la vida de cada uno, de la tuya y tus amados seres que partieron. Pones a la intemperie la sinrazón de la miseria, la orfandad, las carencias y al rojo vivo nuestros corazones heridos en la dignidad esencial. Y sube desde el desgarro el compromiso de trabajar en la esperanza. En esta Navidad que pueda ser distinta en movilizarnos a través del amor acción.
Gracias por tu decir siempre bello y reflexivo para accionar. Cecilia Glanzmann

30 de diciembre de 2014, 19:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Edna, querida Edna. Como dice Maria Paula, es un completo mensaje de paz y reflexión.
Transitas por los tiempos y espacios del país y del mundo, de la vida de cada uno, de la tuya y tus amados seres que partieron. Pones a la intemperie la sinrazón de la miseria, la orfandad, las carencias y al rojo vivo nuestros corazones heridos en la dignidad esencial. Y sube desde el desgarro el compromiso de trabajar en la esperanza. En esta Navidad que pueda ser distinta en movilizarnos a través del amor acción.
Gracias por tu decir siempre bello y reflexivo para accionar. Cecilia Glanzmann

30 de diciembre de 2014, 19:32  

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