20/11/14

Poema de Carlos Alberto Roldán


Tal vez algún pájaro dejó entrar su canto en la burbuja del sueño

O algo lo llamara desde el espectáculo del sol reptando desde la noche al día

Vio la sagrada ceremonia que no cesan de admirar los dioses 

El mar el todo mar que llama a prudencia 
La playa del islote exigua que se hacía roquedal y trepaba 
El naufragio en la noche última: nadar sin rendirse al cansancio 
En pos de la ilusión de unos lejanos fuegos 

¿ Hasta dónde se extiende la soledad 
Sobre esta esfera boba ? 

¿Es grieta de todo lo habido? ¿Su sentido? 
Hay una suerte de hambre que no sacian los frutos 
Y una sed 
De la que habla el ciego en la noche junto a los fuegos públicos 

Con la que no puede el empecinado hidromiel de las cantinas 

¿Vuelve Ulises? 
¿Está en su poder volver a parte alguna? 
¿No fue la espada quien talló la ley de las partidas? 
¿Apenas ceniza de las estrellas últimas
 Que se arrancan de sus goznes ? 

Alta y delicada envuelta 
En el despliegue de luz que dispuso Aurora 
Como si viniera de una canción perpleja 
Que cruza la historia y nos sorprende 
Impresa en la memoria 
Nausícaa 

Nausícaa 

Oh esplendor del día: 
Aún una fibra viva 
En el momento en que todo cese 
No olvides estas cosas


© Carlos Alberto Roldán

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Algo para no olvidar en el momento final.
Muy bueno Carlos!
Aplausos, bises y un gran abrazo
María rosa Leon

21 de noviembre de 2014, 19:03  

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