Esperar el 237
a las diez y media de la noche
Siento que soy
la única habitante de la tierra.
Brilla entre las nubes una luna atrevida
Parece que nunca dejaré de esperar.
La parada está desierta.
El tiempo se detuvo
Cualquier cosa puede suceder
Cuento hasta 100, hasta 500, hasta 1000.
Pasos sobre el asfalto.Viento.
Ahora ya tengo acompañantes. Dos.
Nos rescata por fin un colectivo.
No es el 237, pero a falta de pan…
A veces lo imposible sucede.
© Irene Marks
Excelente poema, Irene.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Querida amiga: has logrado una interesante radiografía sobre esa sensación que nos asalta cuando esperamos un colectivo en la soledad de la noche. Suele ocurrir que cuando escuchamos pasos o alguien se acerca todo va tomando un aspecto fantasmal. Felicitaciones. Horacio
ResponderEliminarla espera, el viento, el tiempo que pasa y se estira hasta lo imposible, la luna y el transeúnte que acompañan. Apenas una escenografía ínfima, la poeta atrapa la viñeta y la devuelve en poesía. Abrazo bien fuerte, querida Irene, Marta Ortiz
ResponderEliminarA veces lo imposible sucede. Bello poema que eleva la soledad y sus circustancias.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Espeluznante recorrido por tu fructifera imagianacion. Te felicito.
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ResponderEliminarLa verdad que poco importa el número de línea, la imagen que has logrado Irene representa las largas esperas de todos.
Lily Chavez
Irene querida,
ResponderEliminaratrevida como la luna emerge con fuerza la poesía de una letra que se planta con firmeza frente a la incertidumbre y la desolación. Con un remate de gran contundencia que nos acerca la esperanza. Otra muestra de tu alta poesía. Gracias.
Con renovado cariño
Elisa Dejistani
Me encantó el poema Irene y me puso nerviosa esa espera ji ji
ResponderEliminarme encantó, genial!!! conozco de lo que has hablado… eso de esperar y esperar y esperar… un beso, francisco
ResponderEliminarQuerida Irene, si Van Gogh o Rembrant
ResponderEliminarvivieran ahora no pintarian mejor esta
escena cotidiana tuya, tan cierta, y valerosa.
Gracias poeta de las galaxias
Es un placer leerte
Ignacio
Un poema lúcido y que convoca los artilugios de la realidad. Me gusto mucho. Abrazo. Antonio Pourrere
ResponderEliminarLa luna atrevida acompaña esta experiencia fantasmagórica, el tiempo que pasa en un lugar inhóspito esperando un colectivo salvador, vivencias de tantos tan bien expresada!!! un abrazo, María Chapp
ResponderEliminarEsperar, qué difícil resulta a veces y con cuantas ansias esperamos. Me encantó, Besos Alicia.
ResponderEliminarEsperar, qué difícil resulta a veces y con cuantas ansias esperamos. Me encantó, Besos Alicia.
ResponderEliminarcelebro lo acontece, bello poema!
ResponderEliminarQué maravilla de poem; al leerlo, invade una sensación de soledad y frío; de ausencia y presencia al mismo tiempo; de incertidumbre y escalofrío. Lo desconocido.
ResponderEliminarMe gustó mucho, Irene. Hay un clima fantasmagórico, favorecido por la presencia espectral de la luna, y un suspenso de relato de terror. Cuando se acercan los pasos, el lector no sabe si alegrarse o aterrarse. El remate remarca el clima incierto, porque los que esperan son rescatados por otra línea de colectivos, no la que el yo lírico espera, como si el vehículo viniera de un ámbito fantástico. ¿Adónde los lleva? Muy bien recreado el estado de ánimo de la espera del colectivo en la soledad de la noche. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarDavid Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarUn poema singular! Un abrazo