7/10/14

Poema de Irene Marks


Esperar el 237
a las diez y media de la noche
Siento que soy
la única habitante de la tierra.
Brilla entre las nubes una luna atrevida
Parece que nunca dejaré de esperar.
La parada está desierta.
El tiempo se detuvo
Cualquier cosa puede suceder
Cuento hasta 100, hasta 500, hasta 1000.
Pasos sobre el asfalto.Viento.
Ahora ya tengo acompañantes. Dos.
Nos rescata por fin un colectivo.
No es el 237, pero a falta de pan…
A veces lo imposible sucede.    


© Irene Marks

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18 comentarios:

Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Excelente poema, Irene.

Abrazo
Elisabet

7 de octubre de 2014, 22:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida amiga: has logrado una interesante radiografía sobre esa sensación que nos asalta cuando esperamos un colectivo en la soledad de la noche. Suele ocurrir que cuando escuchamos pasos o alguien se acerca todo va tomando un aspecto fantasmal. Felicitaciones. Horacio

7 de octubre de 2014, 23:49  
Blogger Marta Ortiz ha dicho...

la espera, el viento, el tiempo que pasa y se estira hasta lo imposible, la luna y el transeúnte que acompañan. Apenas una escenografía ínfima, la poeta atrapa la viñeta y la devuelve en poesía. Abrazo bien fuerte, querida Irene, Marta Ortiz

7 de octubre de 2014, 23:56  
Anonymous jorgepablomoreno. ha dicho...

A veces lo imposible sucede. Bello poema que eleva la soledad y sus circustancias.

jorge pablo moreno.

8 de octubre de 2014, 5:13  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Espeluznante recorrido por tu fructifera imagianacion. Te felicito.

8 de octubre de 2014, 8:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...


La verdad que poco importa el número de línea, la imagen que has logrado Irene representa las largas esperas de todos.

Lily Chavez

8 de octubre de 2014, 12:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Irene querida,
atrevida como la luna emerge con fuerza la poesía de una letra que se planta con firmeza frente a la incertidumbre y la desolación. Con un remate de gran contundencia que nos acerca la esperanza. Otra muestra de tu alta poesía. Gracias.
Con renovado cariño


Elisa Dejistani

8 de octubre de 2014, 12:53  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Me encantó el poema Irene y me puso nerviosa esa espera ji ji

11 de octubre de 2014, 14:35  
Blogger sacanueces ha dicho...

me encantó, genial!!! conozco de lo que has hablado… eso de esperar y esperar y esperar… un beso, francisco

11 de octubre de 2014, 19:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Irene, si Van Gogh o Rembrant
vivieran ahora no pintarian mejor esta
escena cotidiana tuya, tan cierta, y valerosa.
Gracias poeta de las galaxias
Es un placer leerte
Ignacio

11 de octubre de 2014, 19:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema lúcido y que convoca los artilugios de la realidad. Me gusto mucho. Abrazo. Antonio Pourrere

12 de octubre de 2014, 8:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La luna atrevida acompaña esta experiencia fantasmagórica, el tiempo que pasa en un lugar inhóspito esperando un colectivo salvador, vivencias de tantos tan bien expresada!!! un abrazo, María Chapp

12 de octubre de 2014, 21:59  
Blogger ALICIA CORA ha dicho...

Esperar, qué difícil resulta a veces y con cuantas ansias esperamos. Me encantó, Besos Alicia.

18 de octubre de 2014, 13:10  
Blogger ALICIA CORA ha dicho...

Esperar, qué difícil resulta a veces y con cuantas ansias esperamos. Me encantó, Besos Alicia.

18 de octubre de 2014, 13:11  
Blogger mariel monente ha dicho...

celebro lo acontece, bello poema!

20 de octubre de 2014, 12:03  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Qué maravilla de poem; al leerlo, invade una sensación de soledad y frío; de ausencia y presencia al mismo tiempo; de incertidumbre y escalofrío. Lo desconocido.

22 de octubre de 2014, 19:14  
Blogger Adriana ha dicho...

Me gustó mucho, Irene. Hay un clima fantasmagórico, favorecido por la presencia espectral de la luna, y un suspenso de relato de terror. Cuando se acercan los pasos, el lector no sabe si alegrarse o aterrarse. El remate remarca el clima incierto, porque los que esperan son rescatados por otra línea de colectivos, no la que el yo lírico espera, como si el vehículo viniera de un ámbito fantástico. ¿Adónde los lleva? Muy bien recreado el estado de ánimo de la espera del colectivo en la soledad de la noche. Un abrazo. Adriana Maggio

30 de octubre de 2014, 17:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Un poema singular! Un abrazo

16 de noviembre de 2014, 23:15  

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