3/9/14

Poema de Ignacio Giancaspro


Para no morir de pena
puso  sus  recuerdos
en el altar de la alegría
en el preciso punto
donde las piedras  saludaban
el canto de las flores
y una música gloriosa
acompañaba
sus pasos por el día

andando por el crepúsculo
una lluvia triste
inundaba sus ojos
derramándose en las comarcas
intrincadas de su alma
como un hondo rezo
coronando su frente
     de espinas

así supo  que había pagado
            el derecho
     de haber vivido                                       
      

 © Ignacio Giancaspro

                                     

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10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Estimado Ignacio: has logrado escribir un poema conmovedor, en el que confluyen tu experiencia vital y tu comunión con el lenguaje. Te felicito. Horacio

3 de septiembre de 2014, 12:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

muy logrado el comienzo " para no morir de pena" que abre después un abanico de emociones latentes.música, rezo, espinas. ¡ qué trilogía! y un final que roza la verdad y lo absoluto. tqm. susana zazzetti.

3 de septiembre de 2014, 13:52  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Hondo el mensaje, buscar elementos para no morir de pena y con un final totalizador.
Un abrazo
Betty

3 de septiembre de 2014, 22:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso poema Ignacio, ya nos tienes acostumbrados a ello, tu maestría y talento se manifiestan

maria elena tolosa

4 de septiembre de 2014, 0:02  
Anonymous jorgepablomoreno. ha dicho...

Conmovedor y luminoso. Bella de elejía sobre la ausencia y la tristeza. Felicidades.

jorge pablo moreno.

4 de septiembre de 2014, 5:17  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Fuerte poema colmado de triste sentimiento.
Hermoso poema Ignacio.

11 de septiembre de 2014, 12:56  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Se ha abierto su alma por completo entregando el pasado y lo triste del momento.
Hermoso poema.
Sonia

15 de septiembre de 2014, 17:37  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Hermoso y triste poema pero con esa vertiente positiva que sólo logra la alquimia del poeta

19 de septiembre de 2014, 20:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Ignacio: "recuerdos en el altar de la alegría" nos remiten a una zona sagrada. La primera estrofa es de gran belleza y marca el contraste con lo siguiente, que siempre será más pálido que "donde las piedras saludaban el canto de las flores". Por supuesto, que esa alegría extrema la perciben sólo unos pocos, la mayoría sólo sobrevive. El que hace honor a la existencia siente como vos lo expresás, "que había pagado el derecho de haber vivido"¡Excelente poema, amigo! Te quiero mucho Irene Marks

28 de septiembre de 2014, 13:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Querido Ignacio: profundamente bello tu poema!! Un abrazo

28 de septiembre de 2014, 20:59  

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