Poema de Claudio Simiz

Blues de la puta niña

La noche se ha cansado y ella sigue su ronda,

todos saben que yace en la hez incrustada,

nadie quiere saber de su infancia enjaulada

en la sombra más negra y la herida más honda.

Cuando la luna está más crujiente y redonda

nadie ignora los lobos salen a zarpa alzada,

todos ven sin mirar la feroz dentellada

que su cuerpo, su alma deshilacha y desfonda.

Después alguien dirá: “inevitables males”.

Otros sentenciarán: “familias anormales”.

Todos lamentarán: “qué vidas tan oscuras”.

Mientras las putas niñas ronden en las esquinas

esta vida será, detrás de bambalinas

apenas una jungla llena de cerraduras.

© Claudio Simiz