22/6/14

Poema de Daniel Martínez




No he escrito un miserable poema 
hay que vivir para eso dicen algunos 
pienso entonces una tarde en Venecia 
los ojos verdes de una tarde de Venecia 
(allí también estuve preso)
 las góndolas entre aguas de enamorados 
las ruinas del mundo 
el ágora griego   la ciudad de los césares 
pirámides iluminadas en la escenografía del desierto 
o las veces que dormí 
en hoteles baratos de calles desconocidas 

en el Titicaca miré los astros 
desde una isla de totora cantando con los indios 
en Chile en Isla Negra 
comí un pezsapo alimentado de crustáceos 
su piel rosada como fruta de marzo 
fui un sobreviviente de mí buscando lejanías 
pero no quiero 
ni un poema decente que hable del milagro 
ni paradojas del infinito 
o sutilezas de la matemática 
ni límites de la luz 
me fue negada la belleza de la exactitud 
tampoco mi albatros ayuda 
ni haber bebido la copa de hastío 
del traficante de armas de Abisinia 
no hay huesos de lluvia de Vallejo 
no seré marinero ni de agua ni de tierra 
mis heterónimos descansan 
cae a pedazos este domingo 
entre palabras que vuelan por el cielo raso 

debería escribir un poema 
hoy que es enero 2013 
y sobrevivimos a las predicciones 
del calendario maya 
busco una señal 
me sienta bien el traje de otoño 
pero el camino de hojas va a la fiesta equivocada 

abro entonces las ventanas 
respiro el aire que me toca ahora sí 
ahora 
no escribir ningún poema 
viejo monje Leonard Cohen 
solo escuchar una canción tuya 
que ilumine como plegaria 
y dejar esto en manos de especialistas


© Daniel Martínez

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