27/11/13

Poema de Adriana Maggio



"Los nombres de Dios"

Perseguido por los hombres,
Dios
escondió su nombre
en el agua,
y se llamó
               RIBERA.

Alcanzado por las balas,
herido, su nombre,
en el costado
más certero de la sangre,
descendió a las cuevas
y se llamó
                TREGUA.

Apenado,
dolido
hasta el borde de sus bordes
y el pozo más austral
de sus abismos,
olvidó su nombre
y se llamó
                PLEGARIA.

Cansado de correr sin sangre,
con los pies llenos de garras
y de dientes,
colgó su nombre en el aire
y se llamó
               SILENCIO.




© Adriana Maggio

8 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

siento este poema " hasta el borde de sus bordes" que alcanzan profundamente los míos.gracias, adriana, por hacerme sentir tan intensamente su presencia. susana zazzetti.

27 de noviembre de 2013, 14:03  
Blogger Isabel ha dicho...

Adriana querida , es tan hermoso tu poema que me ha conmovido. Parece los grados de oración. "Cuando Dios olvido se llamó plegaria". Nosotros le pusimos el nombre para llamarlo en medio del torbellino. Por último , cerca del punto final , silencio , lo mas bello y profundo que podemos hacer con las palabras.
Un abrazo , Isa

28 de noviembre de 2013, 19:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Adriana: tu poema es muy profundo, y recorre el sentido de lo sagrado y del nombre de Dios, a veces "el innombrable" o "el que no se puede nombrar", aveces el "refugio" o "RIBERA", a veces el primigenio, el perseguido, el que "descendió a las cuevas"({ese es mi favorito)El {ultimo, es el que se torna "silencio" y muestra el misterio de su "nombre" colgado "en el aire" para quien lo busque y logre descifrarlo.Una búsqueda de lo sagrado a través de los nombres y también a través de la percepción de lo humano, que es quien da los distintos nombres a lo que es en definitiva, un gran y solo misterio, y lo que cada uno devele de él sera tan personal como el elefante que percibían los distintos ciegos de la leyenda en la India.
Un grandísimo poema. Besos Irene Marks

29 de noviembre de 2013, 11:27  
Blogger Adriana ha dicho...

Gracias, queridas poetas lectoras Susana, Isabel e Irene, por sus comentarios e interpretaciones de este poema extraño dentro del conjunto de mi poesía. Sus apreciaciones me guían hacia una comprensión más profunda de lo que escribí. Un abrazo. Adriana Maggio

29 de noviembre de 2013, 14:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Adriana, en la ribera, en la tregua, en la plegaria y sobre todo en el silencio está y en tantos otros nombres de la Vida y el Amor, tu poema místico es muy conmovedor, me dan ganas de verte y darte un abrazo (además porque hace mucho que nos nos vemos!!, gracias Adri!!!María Chapp

30 de noviembre de 2013, 11:29  
Anonymous Mónica Fazzini ha dicho...

Qué buen poema, Adriana!Me emocionó.
Eso que yo soy medio hereje... Hay algo conmovedor en el ritmo y la elección de las palabras.
Abrazos

1 de diciembre de 2013, 23:15  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Felicitaciones, Adriana!. Excelente poema! Un abrazo

10 de diciembre de 2013, 23:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

con SEMEJANTE poema no hay herejía posible. Abrazo PAOLANTOIO

20 de diciembre de 2013, 21:59  

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