28/7/13

Poema de Daniel Montoly


CAPERUCITA, EL CÉLULAR Y EL LOBO POSTMODERNO

El lobo me texteó
para decirme/ que perdió sus dentaduras/
por tanto/
ya no vendrá a comerme/
¡Qué frustración!
Ahora/ ¿cómo le explico
lo de la virginidad
a mis amigas?/


 

© Daniel Montoly

14 comentarios:

Blogger Isabel ha dicho...

Querido y risueño Daniel. En tu poema digno de aplauso digno de aplauso has seguido la versión de Perrault para las adolescentes y has demostrado que también la vida actual ha cambiado los pretextos. Ll ilustración de Gus, deliciosa. Un beso. Isabel Llorca Bosco

28 de julio de 2013, 19:16  
Blogger Rosa Lía Cuello ha dicho...

Excelente! la preocupación por el qué dirán del personaje del cuento, la tecnología, o cómo nos cambió la mirada ante un mismo y repetido hecho...Abrazos
Rosa Lía

29 de julio de 2013, 0:10  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

pobre lobito! Muy original, tu poema!

29 de julio de 2013, 11:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ja Daniel!! no te conocía esta faceta, muy bueno!

Lily Chavez

29 de julio de 2013, 11:48  
Blogger Maju ha dicho...

Qué sería de los cuentos tradicionales en estos tiempos, con el teléfono celular! Buenísimo, muy irónico! Mi saludo. María julia Druille

29 de julio de 2013, 21:23  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Me encantó Daniel, esta simmpática recreación, no te había leído en este estilo, te felicito. va un abrazo
Betty

1 de agosto de 2013, 15:41  
Blogger Daniel J. Montoly ha dicho...

Buenas noches Isabel! El poema me persigue siempre y aunque corro com quien corre para salvar su vida termino cansado y aceptando la fastiga del escribir sin horizontes ciertos.
Este poema intenta ser una de esas experimentaciones creativas. Muchas gracias por leerlo y por tan bellas palabras.

Un abrazo.

3 de agosto de 2013, 1:33  
Blogger Daniel J. Montoly ha dicho...

Hola Rosa!

Nadie escapa a las precoupaciones ocasionada por el otro, ni siquiera una adoslecente en el umbral de descubrir las punzadas de la carne en el tiempo del celular.
Un abrazo.
Daniel


3 de agosto de 2013, 1:35  
Blogger Daniel J. Montoly ha dicho...

El pobre lobo no es tan agresivo como en los viejos tiempos, ahora las chicas y chicos juegan con sus colmillos prestados, Teresa, y el pobre sale huyendo a esconderse en el monte ambiguo del poema.

Un abrazo desde este lejano mundo.
Daniel

3 de agosto de 2013, 1:38  
Blogger Daniel J. Montoly ha dicho...

Hola Lily! Yo tampoco, acabo de descubrir algunas cosas usando la experimentaciión creativa, como este poema que hace parte de un poemario a publicarse en ediciión bilingue proximamente.

Un abrazo y gracias por tus palabras de estimulo. Daniel

3 de agosto de 2013, 1:40  
Blogger Daniel J. Montoly ha dicho...

Saludos María Julia, la tecnología ha dado un giro al mundo de consecuencias impredecibles, para comenzar ahora los jóvenes saben mucho más sobre la informacíón actual que los mayores lo que cambia la dinávmica y con ello el principio de la autoridad.

Buen fin de semana!

3 de agosto de 2013, 1:45  
Blogger Daniel J. Montoly ha dicho...

Saludos Betty, me alegro que fuera de tu agrado. Me doy a la experimentación con la poesía con muy pocos aciertos, pero lo intento.

Un abrazo.

3 de agosto de 2013, 1:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Rebueno Dany
y estar abierto a otros caminos !!
bravo

desde Graciela abrazo

3 de agosto de 2013, 16:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me recordó el contracuento de la Caperucita loba que se encontró en la casa de su abuelito a un lobito muy bueno... y lo sedujo.
divertido
Vale
W.M.

10 de agosto de 2013, 17:33  

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