28/4/13

Poema de María Teresa Andruetto


hablamos de Ayer,
                             de tu rincón
del Ubajay con siriríes y garzas          

(en el arrozal/una garza
una garza sola/ una garza) 

tenías en otro tiempo un corderito,
y se lo llevó el río
             (¿o aquella casita blanca?) 

Ahora
                   ni el grito de los teros
                  ni sus pequeñas alas 

estoy  preparando la huída, decís,
y yo no sé hacia dónde iremos
con el cuerpo o la cabeza
esta mañana  

Levantamos los vasos,          
                  la jarra
                  entorna el agua
pero qué celebrar

por el televisor pasa el entierro
de Arafat
                Abu Ammar
                Abu Ammar
pasa el entierro de Arafat    

     (si la mecedora fuera un ala,
               si el ala fuera una flor) 

                   si la mecedora fuera
un ala, prepararíamos la huída
para dos.
 

© María Teresa Andruetto

 

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

un gusto, maria teresa^^^
buhamente^^^
m.e.

28 de abril de 2013, 15:32  
Blogger Emily ha dicho...

No sé si me recuerdes, Teresa, de hace muuuchos años, creo que en Rosario, 2004. Y empecé a quererte a través de tus poemas.
Magnífico poema, qué más puedo decir, como Marosa digo: maravillante.
Emilce Strucchi

28 de abril de 2013, 15:37  
Blogger Liliana ha dicho...

Enternecedor, doliente, andruetto. Gracias.

28 de abril de 2013, 16:18  
Blogger Anamaria Mayol ha dicho...

Nostalgiosamente bello Gracias Un abrazo

28 de abril de 2013, 16:38  
Blogger José María Pallaoro ha dicho...

María Teresa: esa mirada que llega, como aire, como despedida. Bello, bella!

28 de abril de 2013, 19:39  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Un placer leerte María Teresa!

28 de abril de 2013, 19:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gran poema, desgarrador, Maria Teresa. ya me había llamado la atención tu poesia descubierta al azar en una librería de Buenos Aires, y este poema confirma el hallazgo. Me quedo con tu forma de captar la ausencia, la partida de las cosas, de los lugares amados que nos abandonan para siempre; de la casa de imposible regreso. Bueno, no tantas palabras marginales para lo esencial, que es este poema. Tu poema.
Mi abrazo. Alejandro.

29 de abril de 2013, 17:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¿tanto, tanto se puede decir en un poema? "La Andruetto" lo puede.
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

30 de abril de 2013, 13:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

no sé cómo manifestar lo que viví, lo experimentado mientras leía tu poema: ... que la belleza me destrozaba!
una belleza tu texto, pero me he quedado mal... y no sé cómo expresarlo... creo que es, también así, la poesía: belleza que te parte en dos o diez o mil...!
gracias
francisco

2 de mayo de 2013, 17:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

María Teresa,bella forma de nombrar nostalgias,y todas en un final que "abrasa". Gracias por tu voz en cada imagen.
Ma. Paula Mones Ruiz

3 de mayo de 2013, 12:35  

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