8/2/13

Poema de Mariano Shifman


SONETO DEL INQUISIDOR

Olvidad los modales del beato,
la mórbida indulgencia y el sosiego:
nuestra Verdad, severa, sigue en juego;
a Dios se lo obedece sin más trato. 

Los que opinan esparcen desacato:
devore sus malezas casto fuego.
Por las almas eternas culpo y ruego;
por ellas, la caduca carne mato.

Vida y muerte, y espíritu y materia,
la herejía y la ley en la balanza;
y yo, de Dios la más vehemente arteria… 

¡Qué ingrato el que me odia, el que me infama!
En las batallas de la Fe soy lanza
de un Santo Oficio. Soy divina llama.
                


      © Mariano Shifman

6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy buen soneto , me gustó mucho

maria elena tolosa

8 de febrero de 2013, 19:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La excelente escritura de este soneto nos recuerda como las semillas del Santo Oficio, se han esparcido no solo a otras religiones, sino también y sobre todo a las nuevas estructuras del poder
Es un poema elocuente y necesario
Gracias
Ignacio

9 de febrero de 2013, 15:39  
Blogger LIDIA CARRIZO ha dicho...

BUEN SONETO!

LOGRASTE RESALTAR LO QUE REALMENTE ES, GRACIAS POR COMPARTIR!
LIDIACC.

12 de febrero de 2013, 1:15  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Sos un ... Me indigné tanto que eso habla muy a favor de tu soneto. Gracias, querido amigo.

Jorge Luis Estrella

12 de febrero de 2013, 22:13  
Blogger Adriana ha dicho...

Muy bien elaborado, con ritmo clásico y léxico adecuado. La solemnidad y descaro de la apología profundizan la ironía del texto. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio

14 de febrero de 2013, 18:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Buen poema y además es soneto
que homenaje al Señor!
W.M

15 de febrero de 2013, 22:09  

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