20/2/13

Poema de Laura Massolo


LA CENIZA 

Cada ceniza de cada fuego es el producto de lo que se ha consumido y se dispersa, de lo animado que ya no anima,
de lo que no sirve.
La que fue brasa, extensión de fuego, la que salpicó un volcán, la que se arrastró en la nube, la que se guardó en la urna, la que fue abrazo y contacto y la que atestiguó la ceremonia, la noche, el cenicero.
Y la que tapa el sol. 

Algo, que antes era sólido, ahora es forma informe, inestable, frágil,
certificado de lo ardido. 

La que cuelga en la punta de mi cigarrillo romperá pedazos de mi respiración;
la que se desprende de los troncos, mostrará la mutación de vida en muerte,
la que deja el cuerpo al quemarse será resumen de un pasaje.
Y que se haga la voluntad de continuar en un encierro, o de volar al viento.
Y cada montón de ceniza formará la nada y la nada tendrá ese tono gris de lo que ya perdió la sangre, la savia, la posible luz.
Porque toda la ceniza es llovizna, niebla, desencuentro, un sutil desprendimiento, una insignificante libertad de terciopelo.

Inútil, como la ceniza de la lengua cuando la palabra decreta el odio, como el polvo de las constelaciones que nunca comprendemos, como las raíces de las plantas secas, como la basura de las flores cuando la felicidad dispone olvido, como este incendio

que nos reduce a la poesía. 

Y nos iremos, después de tanta hoguera.
Seremos la contorsión, el giro, la pirueta de una lámina,
una porción de algo capaz de disolverse con los dedos,
un puñado de harina bajo tierra,
un resto de alfabetos listos para el soplo.

 

© Laura Massolo

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Estimada Laura: Tu poema es una profunda reflexión sobre la fugacidad de la vida que nos lleva a la sentencia de "polvo somos". Me gusta como lo vas desarrollando y me quedo con ese verso de "Y nos iremos después de tanta hoguera".

Un abrazo poético

Carmen Amato

20 de febrero de 2013, 16:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Comparto el profundo comentario de Carmen. Siempre admiré a los poetas que saben sostener un poema extenso sin perder intensidad. te felicito.

Claudio Simiz

20 de febrero de 2013, 22:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Impresionante, Laura. Todos somos esa ceniza, todos lo sabemos. ¡Pero hay que decirlo como vos podés decirlo!
Mi abrazo emocionado,
Osvaldo

21 de febrero de 2013, 12:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

celebro tu interpretación serena y profunda. sin dudas, la infinitud es lo que nos caracteriza a los seres humanos. me trajiste el recuerdo de un verso de quevedo " seré cenizas más tendré sentido./ polvo seré, más polvo enamorado" mis felicitaciones. susana zazzetti.

21 de febrero de 2013, 14:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tu poesía no es del instante, tu poesía merece siempre más lecturas, hay más rayos en la luz que nos muestras. Un abrazo

LIly Chavez

21 de febrero de 2013, 19:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

vuelvo a leerte y a corregir un error: donde dice " infinitud" corresponde " finitud". un abracito. susana zazzetti.

22 de febrero de 2013, 12:39  
Anonymous Pauli ha dicho...

Excelente texto, Laura. Compartiendo "este incendio que nos reduce a la poesía", un gran abrazo.

22 de febrero de 2013, 20:58  
Blogger Eduardo Espósito ha dicho...

Coincido con mis compañeros, Laura. Acá hay sustancia, no hay lugar para la oquedad... gracias!

23 de febrero de 2013, 20:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David A. Sorbille dijo...
Querida Laura: genial poema! Un abrazo

23 de febrero de 2013, 23:11  
Blogger Anamaria Mayol ha dicho...

Excelente poema.Gracias por el fuego...Un abrazo

24 de febrero de 2013, 18:00  

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