9/2/13

Poema de Ana María Manno

 
 

La voz responde
Ciega
Ciega
 enciende una luz habla esclava
bebe agua de lágrimas  mira el ramo de rosas
ahí ahí  déjame entrar  hay un muerto sos
mi muertito algo mío se desprende
esclava clávale las uñas hay rastros de piel pedacitos
de su cuerpo puro jugo de dolor no mires …
yo lo decía: en cualquier momento aparece muerto
habla esclava 
eso tiene nombre cadáver escupe esclava tironea de
su mortaja el fino tul el cajoncito deslumbra sirve
de espejo se deshace mi  forma de
mirar  
no estoy sola te sigo detrás de una o dos rosas
no hablo 
sigo el cortejo y pienso, era la última vez, abriste  una
puerta no la puerta nos separaba una reja te alcancé
una caja de pastillas vos mirabas sin mirar casi sin estar
te morías no había tiempo si lo pienso enmudezco 
se acortaba el tiempo la gente se detenía y yo sin mirar
 más que ese pedacito de madera crujiente
escucha esclava
algo no responde  
déjame juntar tus huesos como florcitas en mi jardín
 
© Ana María Manno

3 comentarios:

Blogger Adriana ha dicho...

Tu texto es estremecedor, riquísimo en imágenes poéticas. La crudeza extrema contrasta con esos terribles diminutivos que multiplican el espanto. Es un excelente poema. Un abrazo. Adriana Maggio

9 de febrero de 2013, 18:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Realmente estremecedor , con imágenes que desbordan un horror casi patógeno , o si de veras lo es , sin duda el personaje, tuvo vida alguna vez

maria elena tolosa

17 de febrero de 2013, 19:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tu poema deslumbra en su belleza y sirve de espejo...
Uy siií! que estremece y conmueve,
gracias por compartirlo amiga,
Beso grande
Montse

17 de febrero de 2013, 20:07  

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