6/1/13

Poema de Alberto De Jesús Goicouria



Rostros que se obnubilan
como la sangre que duerme
en agrios algodones. 

La imaginación compensa ciertas fragilidades,
al menos, por un instante:
el trabajo requiere
ineludiblemente de una pausa.
 

© Alberto De Jesús Goicouria

1 comentarios:

Blogger Rosa Lía Cuello ha dicho...

Cuánto trabajo para una imaginación tan fértil!
Rosa Lía

6 de enero de 2013, 23:57  

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