12/10/12

Poema de Mónica Angelino




Esta soledad

que se maquilla los ojos
es un alarido en la esquina del espejo
viejas telarañas balanceadas por el vértigo
es un estruendo el silencio que colapsa
en las arterias su caudal de mates fríos
pájaros suicidados se hacen piedras las noches
que caen a plomo
como pobres Ícaros.


© Mónica Angelino

29 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Me encanto tu poema lleno de musica, imagenes y silencios
beso
patricia corrales

12 de octubre de 2012, 12:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

qué manera bellamente dura de describir la soledad.poesía sin mentiras, profunda. ¡ cuánto pesa en este poema, y en la vida de muchos!! un abrazo. susana zazzetti.

12 de octubre de 2012, 12:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

...Tu poema es alarido, hondo silencio hecho palabra...
Besotes Mónica
Montse Bertrán

12 de octubre de 2012, 17:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una soledad que se acompaña sabiamente por ella misma, con descripciones acertadas, nítidas.
Susana Giraudo

12 de octubre de 2012, 18:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Silencio y alarido, silencio y grito, y la noche gritando en silencio.
cuanto dolor Mónica rescatado de una manera sublime
Es un admirable poema que deja pensando y mucho
Ignacio

12 de octubre de 2012, 21:03  
Blogger Marta Ortiz ha dicho...

esta soledad pesa, se maquilla los ojos y se pasea por espejos y arterias en la forma del alarido, la telaraña,el mate frío, el pájaro suicida. Todos somos, en algún punto,Ícaro. Bello poema, abrazo, Marta

12 de octubre de 2012, 22:54  
Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Buen y triste peoma
Abrazos
Marta Zabaleta

13 de octubre de 2012, 0:01  
Blogger Eduardo Espósito ha dicho...

Muy bueno, aunque duro, así me gusta...

13 de octubre de 2012, 11:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Mónica bello poema con la sutileza vertiginosa de las telarañas que dicen y no dicen pero envuelven
beso
y gracias
leandro calle

13 de octubre de 2012, 12:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Bellísimo poema. La soledad habitada.

Un abrazo,

Alicia Márquez

13 de octubre de 2012, 13:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Poema sin puntuación, querida Mónica, pero con toda la belleza, durísima belleza a cuestas.
Gracias.

Jorge Luis Estrella

13 de octubre de 2012, 14:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Que hermoso Monica, me encantó!!! Cada palabra es un juego preciso para esta densidad de soledades.
Felicitaciones!
Cariños
Alicia Corrado Mélin

13 de octubre de 2012, 16:37  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Mónica:
Enorme soledad y silencio. Duele el suicidio de los pájaros.
Gran poema.

13 de octubre de 2012, 19:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tu poema logra el cometido de meterse dentro de la soledad, se somete a los designios de la soledad con todo su peso específico, excelente trabajo Mónica, un gran abrazo.

Marta Lía Brossa

14 de octubre de 2012, 8:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Mónica: un gran poema,con un final impresionante, esas ¡noches, que"caen a plomo como pobres ícaros"!También las telarañas de los espejos y los mates fríos son imágenes fuertes que entretejen este cuadro logradísimo que nos envuelve y describe peefectamente la dureza de esa "soledad" que sentimos en ciertos momentos más que en otros. Con cariño Irene Marks

14 de octubre de 2012, 11:22  
Blogger Regino Mosquera ha dicho...

Me gustó tu poema! una mirada que combina las dos dimensiones de la soledad, adentro y afuera, Gracias por compartirlo! Bien! Mónica!

14 de octubre de 2012, 14:16  
Blogger Unknown ha dicho...

Wow, que bien lo describiste, un sentimiento que se hace imagen, un sentimiento que se hace ojos, un poema que hace ruido en su vértigo y estruendo. Me gustó mucho.


muak.

14 de octubre de 2012, 15:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Impresionante alarido, Mónica, un vértigo de dolor,muy buena la alusión al mate frío, (la soledad mata de frío), una construcción perfecta desgarradora, besote,María Chapp

14 de octubre de 2012, 16:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Monica , tus palabras conforman en silencio un culto a la soledad tan temida y expresada bellamente

maria elena tolosa

14 de octubre de 2012, 20:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tu poema Mónica, tiene la fuerza del golpe que las imágenes producen en los sentidos.
Hay dolor, determinación, y la lírica amalgamando las palabras.
Abrazos,
Gra Bucci

15 de octubre de 2012, 0:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lágrimas rodando, palabras convertidas en imágenes. Bello poema Mónica.Un beso. Miguel Madrid

15 de octubre de 2012, 11:37  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Sí Moni
todo lo dicho y más
me encanta tu poesía.
Que fuerza!

desde graciela abrazo

15 de octubre de 2012, 16:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

caen como plomo / como pobres ícaros. Siempre tu fuerza, tus finales, tu modo de llegar consolidado y firme. Besos amiga, hermoso poema.

Lily Chavez

16 de octubre de 2012, 10:01  
Blogger Adriana ha dicho...

Me gustó muchísimo tu poema, que juega admirablemente con los contrarios y se luce con imágenes originales y contrastantes. Eso de "en las arterias su caudal de mates fríos", y "las noches que caen a plomo como pobres Ícaros" tiene caudal y peso poéticos, penetra en el alma del lector y allí se queda. Gracias. Un abrazo. Adriana Maggio

16 de octubre de 2012, 14:55  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Me gustó muchísimo este poema, hay imágenes tan certeras, imposible escaparse de ellas a quienes la sentimos.

besos
Elisabet

16 de octubre de 2012, 20:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...


La soledad,la amargura, retradas con imagenes tan certeras como un disparo. Un gran abrazo Moni y gracias por compartir. Vic

22 de octubre de 2012, 8:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David A. Sorbille dijo...
Querida Mónica: magnífico poema! Un abrazo con mi admiración de siempre.

26 de octubre de 2012, 18:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello, breve y profundo, Mónica.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

28 de octubre de 2012, 18:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Aquí habla el dolor, triza la imagen, hace temer el tiempo.
gracias poeta por comunicar ese grito inaudible.
Walter Mondragón

22 de noviembre de 2012, 18:44  

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