17/8/12

Poema de David Sorbille


En el ocaso de la tarde

A “¿Hay alguien en casa?”
de María Isabel Pazos (2002)

En el ocaso de la tarde
parábolas girondinas
destinan su albedrío
en el ardor de la sombra
mientras los caminantes
en travesía incesante
tejen su piel vegetal
entre juncos y espigas
en la orilla de los sueños
danzan como pájaros
alrededor del faro de la vida
trazan la memoria
de los dioses milenarios
cenizas remotas de los espíritus
en el limite del tiempo
jinetes de la noche
armados con palabras escritas
desafiando el olvido
consagrando la transparencia
en las manos de una mujer
que habita la casa
de su genial poesía


© David Sorbille




12 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...



Bellísimo homenaje.

Un abrazo grande,

Alicia Márquez

18 de agosto de 2012, 11:14  
Blogger Liliana ha dicho...

Precioso poema, David.

18 de agosto de 2012, 13:04  
Blogger Liliana ha dicho...

Muy bello.

18 de agosto de 2012, 14:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Emocionante, solo eso y algo mas

maria elena tolosa

19 de agosto de 2012, 14:25  
Blogger ©Claudia Isabel ha dicho...

David, muy bueno tu poema, y el final es una joya; gracias

21 de agosto de 2012, 15:06  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Un bello homenaje

21 de agosto de 2012, 20:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermosas imágenes, David, un abrazo, María Chapp

21 de agosto de 2012, 23:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una maravillosa profusión de imágenes en tu poema, David.
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León

24 de agosto de 2012, 0:51  
Blogger ALICIA CORA ha dicho...

Bello homenaje David, ese ..."ardor en la sombra"... me partió la cabeza. Un beso de Alicora.

24 de agosto de 2012, 19:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
Muchas gracias por los bellos comentarios

27 de agosto de 2012, 10:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermosos versos, bellas imágenes David
Un abrazo
Alicia Borgogno

27 de agosto de 2012, 13:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me encanta cómo se encadenan los versos luciendo cada uno sus magníficas metáforas. Buenísimo, querido amigo. Abrazos.

Jorge Luis Estrella

28 de agosto de 2012, 14:24  

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