17/8/12

Poema de Ivana Szac


NACER ES LO ETERNO DEL INSTANTE QUE SEREMOS.
Miguel Angel Córdoba

Nacer es descender de a poco
a un mundo desconocido.
Nacemos rotos
con la luz del día
y nos llenamos de color
con las noches que nos cubren.

Nacemos y morimos
...... todo el tiempo.
en los ojos de otros
............. en paredes transparentes.

Nacemos para expandirnos



© Ivana Szac
Pintura: Santiago Caruso
http://www.santiagocaruso.com.ar/

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10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...



Bellísimo poema, Ivana.
"Nacemos y morimos todo el tiempo en los ojos de otros". Me encantó.


Un abrazo,

Alicia Márquez

18 de agosto de 2012, 11:16  
Anonymous silvia loustau ha dicho...

Gracias por tu poesía Ivana, un abrazo

Silvia Loustau

18 de agosto de 2012, 12:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello poema!
...Para eso, amiguita nueva... la poesía sanando toda rotura toda. Ella es así de mágica, como nuestro renacer...
besos!
Montse Bertrán

18 de agosto de 2012, 14:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Nacer y morir todo el tiempo eso me gusta, encantador poema , te felicito

maria elena tolosa

19 de agosto de 2012, 14:28  
Blogger galáctica ha dicho...

Hola Ivana: tu poema nos habla del nacer como cambio, de la muerte como crisis, y también del nacer y de la muerte concretos; en pocas palabras cubrìs todo el devenir humano, ya que somos nuestras muertes y nacimientos, en esencia. Logradísimo y para releer Irene Marks

20 de agosto de 2012, 18:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello texto, Ivana, cuánto estás crecuendo...

Claudio Simiz

22 de agosto de 2012, 13:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ivana
Buenísimo poema que abarca con una escritura excelente el devenir

desde graciela abrazo

22 de agosto de 2012, 14:44  
Blogger Isabel ha dicho...

Ivana, por lo que he oído el sábado y he leído hoy, tu poesía tiene hallazgos. Tal vez no sea compacta esta escritura y quizá sea mejor para que estos hallazgos se destaquen. "nacer es descender", imaginate todo lo que puede implicar.
"nacemos rotos/a la luz del día", "nacemos y morimos todo el tiempo" y esto se conecta con el epígrafe feliz. También puedo relacionarlo con la estupenda foto de Santiago Carusso, un ilustrador que he descubierto en su exposición homenaje a Alejandra Pizarnic. Va a hacer otra en setiembre. Te ruego que la amplíes.hay un cuerpo femenino visto desde la vagina en ese edificio que habitamos antes del nacimiento. Por estas puestas sale sangre. Hay una cabecita.
Pienso en tu poema y lo advertido de Gus, hay dolor en este nacimiento. Sólo la noche, que nos recuerda la estancia/instancia anterior, nos permiten los colores, el sol negro de los surrealistas y de los alquimistas.
Muy bueno, Ivana.
Un abrazo
Isabel Llorca Bosco

22 de agosto de 2012, 17:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Isabel lo dijo todo. ¿Qué más puedo agregar, querida Ivana? Ah, ya sé: Me encantó tu poema.
Besos.

Jorge Luis Estrella

29 de agosto de 2012, 2:22  
Blogger Adriana ha dicho...

Muy bueno, Ivana. Un poema breve y contundente, bellamente acompañado por la imagen y el epígrafe certero. Aunque tu poema vale por sí mismo, como forma de expresión y comunicación de carga existencial, no puedo dejar de mencionar lo que me trae a la mente: el poema de Quevedo, que comienza "Ah, de la vida, nadie me responde", y que dice en un momento: "en el hoy y mañana y ayer junto / pañales y mortaja, y he quedado / presentes sucesiones de difuntos". Por otro lado, me recuerda los misterios órficos: hay que descender, para ponerse en contacto con verdades trascendentes, y desde allí renacer purificado (hay un bello cuadro de Botticelli: El nacimiento de Venus, que alude a ese misterio). De manera que tu hermoso texto se inscribe en lo más granado de la tradición intelectual y espiritual de Occidente. Me gustó mucho. Un beso grande. Adriana Maggio

4 de septiembre de 2012, 20:43  

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