27/6/12

Prosa de María Teresa Andruetto




Teresa A. / 1975/ Foto de archivo

Yo quería mandarle fotos a mi primo de Italia
y te pedí que me sacaras una con la minifalda nueva
y las sandalias de corcho. Una donde me vea linda,
dije, y vos hiciste ésa donde estoy apoyada en la pared
que da al patio de baldosas. Yo quería ser flaca
y odiaba tener tetas, pero el pelo me caía sobre la frente.
Quiero una foto que haga historia, dije, y vos hiciste ésa
donde me veo todavía sin dolor. Me puse el vestido
de salir, como un uniforme de viernes o domingo.
Necesitás ayuda, pregunté, y vos dijiste, sólo
un poco más de luz. El domingo estaba yéndose a otra
parte, pero nadie había muerto todavía. Me pediste
que cruzara las piernas y yo me apoyé sobre la tapia,
como una actriz de pueblo. Después le mandé a mi primo
una carta con esa frase que me da vergüenza recordar
y la frase que podría caber en boca de mis hijas,
se mezcló con una historia de catecismo
sobre las bodas de Canaá.

© María Teresa Andruetto

5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

que placer leer tu texto, realmente un gran placer.
Anahí Duzevich Bezoz

27 de junio de 2012, 20:56  
Blogger Gastón Sequeira ha dicho...

Hermoso!!!!!

28 de junio de 2012, 10:12  
Blogger Mirna Celis ha dicho...

María Teresa: precioso y original tu poema-prosa. Un placer leerte!!
Con cariño.
Mirna Celis

30 de junio de 2012, 20:46  
Blogger ©Claudia Isabel ha dicho...

Me encanta ese pedazo de historia que fluye. Un gusto!

1 de julio de 2012, 22:17  
Anonymous francisco a.chiroleu ha dicho...

Buen poema, carños.

3 de julio de 2012, 20:17  

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